Yerbas Literarias- Un espacio para disfrutar

Los críticos critican lo que los hacedores hacen.Y, siempre,pero siempre, se quedan mirando al borde del camino.Será por eso que prefiero la palabra escrita a la palabra hablada. Sabe Dios cuántas veces un personaje dice o hace lo que su autor no puede. O cuántas veces más un verso, una palabra o una imagen resuelven tantas horas de fatigadas cavilaciones. De tal suerte, es desde este ser y de este hacer que salen las historias.Historias que te cuento, historias que me cuento, como cuando niños. Historias impresas en el cuero, en lo profundo del alma. De niña imaginaba que los escritores eran señores importantes pertenecientes al pasado. Todos ellos muertos, sabios y lejanos.Ya en la adolecencia el escritor pasó a ser para mí una especie de Robinson Crusoe iluminado. El artista era un ser raro, un elegido de las musas, que tocado por la varita mágica de la inspiración llegaba desde su soledad esclarecida hasta nosotros, simples mortales.Hoy se que todos tenemos una historia que contar y que escuchar. Una historia escrita en nuestros cuerpos, en nuestros días y en nuestras almas.Para toda boca hay una oreja y viceversa. Nuestras vidas se nutren de estas vidas de tinta que anidan en el papel. Sin ellas nuestro mundo se reduce a un vulgar inventario de objetos que se miran y se tocan. Y si la soledad y el silencio son la levadura necesaria para nuestras invenciones, es en el compartir en donde cobran verdadera existencia. Como Pinocho.Y aquí otra vez el cuento empieza

miércoles, 23 de julio de 2008

PERDIDO

¿Dónde era? Sí, era acá, no, no. La pared verde los tres postes, enfrente. Tengo hambre, será esta puerta. Ahí está. Ay, me salpicó de barro, no, no, no era. La chica rubia viene hacia mí me está mirando, pasó de largo. Cuántos autos, me dan miedo. Ayer casi me agarra uno. No lo vi, venía con todo. Yo tironeé la correa. Corrí. Zafé. Pero cuando di vuelta la cabeza ya no estaba. Por eso empecé a caminar. Creí que iba para casa. Después vinieron otros con el paseador. Pasaban. Yo me puse atrás. Empezaba a llover. Cuando repartieron al último quedó él y me dijo –¿querés un poco?- y me dio un puñado. Nunca había probado ese alimento. Estaba bueno, salado. Se iba y yo atrás, pero me miró triste y –no te puedo llevar-. Cerró la puerta. Me enrollé y me debo haber dormido. Después el ruido y el gordo que gritaba -¡Juira! - Seguí andando, llegué acá, estoy cansado.¿Si me echo un poquito? No, mejor sigo. El centro es muy feo con tantos autos y más feo bajo la lluvia. ¡¡¡Ahí está ahí viene la encontré HOLA RUBIA HOLA RUBIA te quiero llevame a casa!!!. Queda hecho el depósito que marca la ley 11723 acerca de derechos de autor.

lunes, 14 de julio de 2008

Pues (poema sin rima)

Vuelo. Vengo ombligo que obliga abandono busco veo. Debajo debate la Bestia Bramante Invencible, imbécil, imbatible Brusca brutal brota insolvente insoluble Vida, vivienda, barro, caballo, bebé, villa, burdel, borraja aborto, pibe, bolsita, banal abusa varón Roba vulnerable Vida Vida roba vulnerable Vulnerable roba Vida Victimaria Víctima Pero entonces Pues: Presto Pueblo pelea la peste, la plaga Pone optimista pecho pulmón a la pena Potencia no imponga pobreza Palabra opone picana Persona Piensa Plantea Pongo de pie la esperanza Podemos pedimos paciencia Y parimos papel, pizarrones, palas, pinceles partituras, espejos, paredes, puertas, peones, padres, profesores, planes, pioneros, palomas Parimos Paz Promesa Panacea Parimos Pan Parimos Patria. Queda hecho el depósito que marca la ley 11723 referida a derechos de autor